Importante advertencia sobre buzos contagiados (y recuperados) y el retorno a las actividades de buceo

La pandemia de Coronavirus ya ha tenido un impacto devastador en el mundo del buceo, pero hay una cuestión importante por responder: ¿Qué pasa si me contagio? ¿Puedo bucear después de curarme por el COVID-19? Y la respuesta no es sencilla.

Un artículo publicado en la revista alemana “Wetnotes” el 15 de abril da una idea de los problemas médicos que los buceadores que se contrajeron con el SARS-CoV-2, podrían enfrentar. En el artículo, el Dr. Frank Hartig, consultor sénior y coordinador de la oficina de respuestas a crisis y desastres, relacionados SARS-CoV-2 en el Hospital Universitario de Innsbruck en Austria (y también buzo recreativo), describe algunos de los problemas que ha observado, como médico.

El acrónimo SARS - como en SARS-CoV-2, el nombre oficial de COVID-19 - significa “Síndrome Respiratorio Agudo Grave”. El SARS ataca los pulmones, y aunque la investigación sobre los efectos a largo plazo del nuevo coronavirus apenas está empezando, pero sus impactos ya son bien conocidos. Se ha informado ampliamente sobre el daño pulmonar causado por afecciones como la neumonía y el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA). También se sabe que ataca a otros órganos, incluido el corazón, aunque el daño cardíaco puede pasar desapercibido hasta que se realice un “checkup”. Aunque es posible que no sepamos mucho sobre el coronavirus en sí, se sabe que bucear con un sistema cardiopulmonar comprometido puede provocar lesiones graves, incluso la muerte.

En su artículo, el Dr. Hartig describe su participación con seis buzos activos que fueron hospitalizados con afecciones causadas por el SARS-CoV-2 y que posteriormente se recuperaron y fueron dados de alta. Cuando regresaron para un chequeo varias semanas después, aparentemente todos parecían estar sanos, pero un examen más detallado demostró lo contrario.

"Los primeros controles del chequeo de los seis buzos, que aparentemente estaban clínicamente saludables, después de 5 a 6 semanas, son reveladores", desescribe el Dr. Hartig. 'En dos de ellos, vimos una deficiencia significativa de oxígeno cuando estaba bajo estrés como un signo típico de una derivación pulmonar persistente. En otros dos, los bronquios todavía estaban muy irritables durante el ejercicio, como en los asmáticos. Cuatro de los seis buzos todavía tenían cambios pulmonares significativos como ha revelado los testes de tomografía computadorizada (CT Scaner). Los buzos no han tenido la liberación médica para bucear, a pesar de la apariencia de normalidad.

Como ya es conocido, el asma (inducida por el ejercicio) es una contraindicación para el buceo, y en términos simples, una derivación pulmonar es cuando la sangre no puede captar el oxígeno necesario, a medida que pasa a través de los pulmones, lo que hace que el cuerpo se quede sin oxígeno. Este mecanismo, a menudo, puede causar líquido en los pulmones, resultando en una neumonía y edema pulmonar, una condición que se reconoce ampliamente como la principal causa de muertes de buzos.

En esta etapa, cualquier pregunta sobre el daño a los pulmones a largo plazo causado por el SARS-CoV-2 sería completamente especulativo, pero según la evaluación del Dr. Hartig, los buzos que han sido afectados por el coronavirus no deberían bucear hasta que hayan tenido un examen médico completo, incluso si en la “apariencia”, parecen “saludables”. Como señala el Dr. Hartig, si no se toman las precauciones adecuadas, "las personas jóvenes, sanas que han sido contagiadas por el COVID-19 (SARS-CoV-2)”, que se han recuperado y que quieran volver a bucear rápidamente, en un plazo corto de tiempo, podrían tener graves consecuencias, como afirma el médico “(sus vidas, podrían deslizarse entre nuestros dedos)".

Texto completo en:
http://divemagazine.co.uk/…/8907-serious-problems-diving-af…

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